La industria de la moda es definitivamente uno de los gigantes internacionales que más se pone en boca de todos (o bueno, de varios). Cada vez es más difícil estar al día con los nuevos nombres y diseñadores que salen con cada nueva temporada o pre temporada; sin embargo, existen nombres y personalidades que deberíamos saber cómo pronunciar correctamente por la paz mental propia y de quienes nos rodean.
Aclaro, no hay problema si cada vez que queremos decir «Givenchy» no logramos articular como perfectos franceses, puedes fingir como yo y meterte un chicle para que si te escuchaste ridículo, la gente diga «ah, de seguro fue por el chicle»… o puedes ver muchas veces este video que creó I-D para enseñarnos a decir Proenza Sculer [si, ya sé que está mal escrito, pero lo tuve que escribir así para que comprendan que ya sé como se dice correctamente].
No se trata de una nueva versión de Mike Wasowski, es ni más ni menos que una divertida y nueva representación que Craig Redman (Craig & Karl) creó referente a los grandes de la moda.
Iconos como Emmanuel Alt, Hussein Chalayan, Karl Lagerfeld, Suzy Menkes, Valentino, YSL, Anna Wintour, Gareth Pugh, Victor & Rolf, Chanel, por mencionar pocos; se convirtieron en caricaturas inconfundibles gracias al genio del diseño gráfico.
Los siguientes videos muestran con un toque satírico y humorístico los personajes que engalanan la semana de la moda en París y Nueva York.
Si te quedaste con ganas de más -recuerda, en ERRE CAPITAL la gula no es algo malo-, puedes encontrar las 150 figuras públicas que Redman ilustró aquí.
No hay campaña publicitaria más exitosa que aquella que ha suscitado un fenómeno como: «Yo no tomo Coca Cola, pero ayer ví esta lata con mi nombre y la compré, y ahí la tengo, no creo tomármela pero…» y no únicamente ejerce un efecto cautivador en los tocayos, sino que me he topado con declaraciones como «Nunca me ha gustado el refresco, pero ayer me topé con una lata con el nombre de mi novio y la compré».
Recuerdo perfectamente cuando una de mis tías más influyentes en mi vida y en general, en la vida de muchas personas me dijo: «Mi niña, el nombre de una persona es lo más valioso que tiene».
Y recuerdo que desde ese momento comencé a analizar la manera en que le hablaba a la gente.
Y es que si lo pensamos bien, no es lo mismo cuando alguien llega y te dice, ¿Quiúbole Sara, como te ha ido? a que lleguen y te digan ¿Quiúbole, como te ha ido?; la segunda automáticamente es más impersonal, seguramente responderás de la misma manera: impersonal.
Coca Cola se dio cuenta de esto y de otros puntos muy importantes:
1. Otorgarle a un producto una identidad poniéndole un nombre automáticamente captura la atención de su tocayo. Pues el objeto ya no es sólo un objeto, el refresco eres tú. Es tú nombre, tiene tú identidad… te habla directamente.
2. El recuerdo y la asociación que genera la mente al leer el nombre de alguien que te «mueve» internamente, ya sea un familiar, un amigo, un compañero, etc. Automáticamente te hará SENTIR una emoción relacionada a dicha persona; y eso del apego, ni se nos da ¿verdad?
No quiero expresar conformidad o inconformidad, sólo pongo sobre la mesa un fenómeno que muchas marcas deberían comenzar a observar. Las personas ya no compramos productos, compramos emociones, momentos y vivencias. Así que no importa la «n» cantidad de problemas de salud que contenga un producto, sí te identifica, te hace sentir y se mete en tus recuerdos y asociaciones mentales… ya valió.
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